Esta exhibición en el museo de arte Frist llamó mi atención, primero porque inicialmente los colores son seductores y te invitan a poner atención, y cuando los miras de cerca descubres que los cuadros son mucho más complejos y que cuentan una historia.
Segundo porque el artista Raquib Shab nació en Calcuta (Kolkata), India, creció en Cachemira y su estudio está en Inglaterra. Sin embargo, sus raíces juegan un papel importante. Puedes admirar los intrincados diseños propios de su cultura, tanto en las telas como en los finos acabados de los muebles, entrelazándose con influencias japonesas creando cuadros multiculturales llenos de fantasía.
Al platicar con él, admite que de donde venimos tiene una influencia en nuestros gustos. Y que cada artículo en sus cuadros proviene de una memoria y las memorias se convierten en parte de nuestro ADN, además de convertirse en metáforas
Algunos de sus cuadros parecen oscuros pero en cada uno se encuentran detalles que por sí solos cambiarán la tónica completa y es que en sus palabras “la miseria hace que aprecies la esperanza” ya que cuando atravesamos por dificultades, y tomamos medidas al respecto estas experiencias nos guían a lugares completamente diferentes que te permiten cambiar, crecer, sentirte vivo y llegar a alguna parte.
Por ejemplo, nadie quiere dejar su hogar … nunca, y al partir te sientes triste, por lo que si él nunca hubiera dejado su país esas pinturas no existirían ya que en ella plasma la condición humana de pérdida y sufrimiento. Entonces, podemos llegar a la conclusión de que hay dos formas de lidiar con el sufrimiento: estar en ese abismo sin fondo de autocompasión o usarlo como catalizador de creatividad, y si tomamos la segunda opción te das la oportunidad de crecer y transformarte.
El mejor arte es el que retrata la belleza del sufrimiento, y esta exhibición es de esas que puedes visitar más de una vez y encontrar algún detalle diferente que pasaste por alto.
Comments