En el artículo anterior, aprendimos que cualquier ajuste o alteración a un cabello teñido se considera una corrección de color. Cada caso es completamente particular, y el proceso a seguir también. Este se formula de acuerdo con la textura y densidad del cabello, así como su condición física. Siempre es importante hacer la prueba del mechón.
Existen cuatro tipos de correcciones básicas de color: muy claro, muy oscuro, muy cálido y muy frío.
Muy claro: Lo primero es aplicar una pre-pigmentación en la parte decolorada, devolviendo los tonos que se removieron para dejarlo rubio. Los pigmentos rojizos son los que predominan en los tonos oscuros, y estos son los que se remueven cuando queremos un rubio intenso muy claro sin tonos cobrizos. Una pre-pigmentación hará que el nuevo tono oscuro sea más duradero y no se torne opaco. La intensidad del pre-pigmento dependerá del tono deseado.
Muy oscuro: Un color puede tornarse muy oscuro cuando el cabello está muy poroso y, a veces, el tono parece más oscuro de lo deseado. Esto se puede corregir inmediatamente en el lava-cabezas con productos especiales para remover un tono de profundidad. Si queremos aclarar dos tonos, muchas veces un removedor de color de la misma marca de la línea de color que usamos haría el trabajo, aunque debamos aplicarlo más de una vez. Pero si queremos remover tonos rojos o negro (la pesadilla de todas las coloristas), tenemos que ser realistas y asegurarnos de que sea posible; la mayoría de las veces no lo es, sobre todo si los tonos están muy saturados. Es importante que el cliente entienda que este proceso toma tiempo y varias sesiones. Sin embargo, las transiciones son muy bonitas, y el cliente disfrutará de una gama de cafés rojizos y chocolates hasta que llegue al tono deseado. La única manera de remover estos tonos es con decoloración, si el cabello lo resiste. De lo contrario, es mejor decir NO.
Muy frío: Esta corrección es más común en cabellos rubios naturales que solo necesitan aclararse unas tres tonalidades. El agua del grifo, las piscinas, los champús con pigmentos y los baños de color en tonos cenizos le dan al cabello un aspecto muy frío y sin brillo. Con un champú clarificante se puede solucionar la mayoría de las veces; el colorista debe seleccionar un tono que selle la cutícula, dejando el tono sedoso y brillante.
Muy cálido: Esta es la corrección más común en un salón de belleza y es el proceso diario de cada estilista, especialmente con clientas hispanas. Como ya dijimos, los tonos oscuros tienen mucho pigmento rojo y naranja, dependiendo de la profundidad. Al decolorarlo, debemos asegurarnos de que todos esos tonos salgan del cabello; de lo contrario, el pigmento residual predominará y, no importa qué tóner usemos, siempre se verá cobrizo. Vemos esto muy seguido cuando una clienta se aplica en casa tonos altos de color para aclarar y el cabello se torna naranja. Solo un especialista en color sabe cómo aclarar el cabello para lograr un tono natural sin comprometer su integridad.
Siga todas las indicaciones de un profesional y, antes de cambiar de tono, haga una consulta, la cual debería ser gratuita.
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