Segunda Parte
Continuando con el tema de inversiones, es necesario descubrir el tipo de inversionista que eres, según BBVA y CONDUSEF (2023). Por ello, antes de decidir en qué invertirás tu dinero, debes asociar tu personalidad a los siguientes perfiles:
Conservador. Procuras menores riesgos posibles, prefieres inversiones estables, aunque recibas pocos rendimientos, valoras tener mayor disponibilidad de tu dinero. Tu horizonte de inversión es corto.
Moderado. Tratas de buscar buenos rendimientos sin tomar muchos riesgos. Quieres inversiones seguras. Tu horizonte de inversión es el mediano plazo.
Agresivo. Solo te interesan rendimientos altos y estás dispuesto a tomar mayores riesgos. Tu horizonte de inversión es a largo plazo.
Además, debes saber que en el tema de inversiones es necesario conocer y comprender los términos y conceptos propios, familiarizarse con ellos y sus implicaciones, pues es tu dinero el que está en juego. Así que para comenzar a invertir, es importante que los conozcas:
El rendimiento. Es la ganancia que esperas obtener. Casi siempre se mide en porcentaje de la cantidad que invertiste.
El riesgo. Se trata de asignarle un valor numérico a la incertidumbre del desempeño que puede tener tu inversión.
El horizonte de inversión. Es el tiempo (corto, mediano o largo plazo) que durará cada inversión o la estrategia en general.
Tu perfil de inversionista. Las características y necesidades que te definen como inversor. Conocerlo te ayudará a tomar mejores decisiones y servirá para saber qué tan agresivo o conservador puedes ser en tus movimientos (considera: objetivos, horizonte, experiencia y nivel de resistencia al estrés).
Grado de liquidez. Se trata de la velocidad con la que puedes retirar tu inversión durante el tiempo que dure esta.
Fuentes:
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