Ahora le toca el turno a este elemento, el cual hay que considerar y tomar en cuenta. ¿Quién no sabe de deudas? ¿Quién no ha contraído en su vida alguna deuda? Me atrevo a decir que casi todos lo hemos hecho alguna vez. Pero, ¿por qué es importante este elemento en la educación financiera?
Aunque parece no ser necesario definirla, deudas son recursos que se deben a una persona, una institución de crédito, una empresa u otro, que deben pagarse en el tiempo y en los términos establecidos.
Algunas diferentes maneras de contraerlas son: crédito con y sin límite de tiempo o hipotecario, adquisición de bienes o servicios a crédito o pagados con tarjeta de crédito
Por otro lado, es muy importante estar al tanto de los términos y condiciones de cada deuda contraída. Si son individuales o son mancomunadas, es decir, si se contrajo la deuda en pareja, porque si uno de ellos es el responsable y llegara a fallecer, la deuda desaparece. De lo contrario, hay que pagarla, sí o sí.
Silva (2020), clasifica a las deudas en:
1. Deudas de consumo. Las contraídas al adquirir bienes o servicios pagadas con tarjeta de crédito (compra de automóvil, refrigeradores, aparatos electrónicos, ropa, calzado, viajes por vacaciones, etc.).
2. Deudas de subsistencia. Las contraídas para suplir necesidades básicas (renta, enfermedad, agua, luz, teléfono, internet, alimentos, etc.).
3. Deudas de inversión. Las adquiridas al comprar bienes o servicios que con el paso del tiempo adquieren más valor (créditos por adquisición de alguna propiedad o construcción de ésta, abrir un negocio o realizar estudios).
4. Deudas hormiga. Las pagadas con tarjeta de crédito provocadas por los gastos hormiga, que son pequeños pero que al final se convierten en cantidades importantes que pueden desequilibrar el presupuesto.
Se recomienda hacerlo posible por convencernos de que deberíamos evitar endeudarnos tanto como se evitaría una enfermedad, dice White (2021). Para lograrlo la CONDUSEF (2022) recomienda:
Aprender a decir que no.
No dejarnos llevar por la publicidad, la moda, etc.
No dejarnos convencer por otros.
Elaborar un presupuesto familiar.
¡No te pierdas la segunda entrega de este tema!
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