En estos tiempos, a una mujer madura le importa más verse elegante que simplemente linda o a la moda, puesto que la elegancia proyecta seguridad y éxito. ¿Cómo se logra?
La elegancia no se obtiene gastando todo en marcas costosas o siguiendo la última moda; más bien, es complementar nuestros atributos físicos con una buena actitud y los accesorios perfectos.
Segura de sí misma: Una de las características que hace que una mujer se vea elegante es la seguridad. Una mujer segura de sí misma tiene buena postura, camina con confianza y, al hablar, mira a los ojos y se expresa de manera fluida, con un léxico amplio e interesante. Esta mujer está contenta consigo misma y su personalidad atrae a los demás.
Vestirse bien siempre: No se viste bien solo para ir a la iglesia; para ella, es cosa de todos los días. Se viste de manera femenina y sabe qué atuendo le favorece, porque se conoce muy bien. Por eso, al vestirse es muy importante saber cuál es la talla correcta y los modelos que nos favorecen de acuerdo a nuestro tipo de cuerpo y estatura. Las hispanas solemos ser más bajitas y llenitas, por lo que los pantalones capri y las faldas muy largas no nos favorecen mucho. Más bien, según la opinión de los sastres, es preferible añadir un par de centímetros de largo a los pantalones y optar por faldas justo a la altura de la rodilla.
Calidad: Es importante invertir en la calidad de la ropa y no solo en la marca, así como mantenerla en buen estado y, si es necesario, recurrir al lavado en seco. Selecciona piezas clásicas que puedas usar durante mucho tiempo. No escatimes en productos de calidad para el cuidado de la piel y el cabello. Protégete del sol, cuida tu dieta y evita el exceso de alcohol y tabaco. Recuerda: lo más importante es usar ropa y accesorios que nos representen e identifiquen nuestro estilo único. Así es como una mujer con estilo se convierte en el centro de atención sin decir una palabra.
Más en la siguiente edición.
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