En esta ocasión hablaremos de la salud mental. Desde hace varios años el concepto es un tema al que se le ha dado mayor relevancia. Como docente he observado que los estudiantes muestran que no es del todo buena y mucho menos óptima. Esta condición tristemente es recurrente en individuos de todas las edades, pero mucho más en los jóvenes. Y más triste cuando te enteras que alguno de ellos se han quitado la vida porque no pudieron superar la situación en la que se encontraban.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “el estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”.
También dicen ellos que “es una parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos”… Además, menciona que “es un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico”.
Sigue diciendo la OMS que significa mucho más que no tener trastornos mentales. Se trata de un proceso complejo que cada individuo vive de manera única, con diversos niveles de dificultad y sufrimiento, con resultados sociales y clínicos que varían considerablemente entre uno y otro.
La salud mental es más que la mera ausencia de trastornos mentales. Se da en un proceso complejo, que cada persona experimenta de una manera diferente, con diversos grados de dificultad y angustia y resultados sociales y clínicos que pueden ser muy diferentes.
Los expertos concluyen que las afecciones de salud mental comprenden, entre otras:
Trastornos mentales
Discapacidades psicosociales
Alto grado de angustia
Discapacidad funcional
Riesgo de conducta autolesiva
¡Presta atención a todo aquello que pueda darte una señal de que algo no anda bien en ti o los tuyos!
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